Querido Hijo:
Siempre que te escribo siento una mezcla de emociones, como un torbellino en mi corazón, hoy 29 de Noviembre cumples 17 años y con tan pocos años tuviste que afrontar tantas situaciones en nuestras vidas, pero esas experiencias son lo que te forjaron tu carácter, las que te hicieron madurar, las que te hicieron apreciar lo simple y más hermoso que es… la vida misma con sus rosas y sus espinas.
Hoy quiero decirte lo dichosa que me siento de ser tu madre, me encantan esas charlas que solemos tener a la hora de cenar, valoro tus opiniones, tus pensamientos e ideas y no dejo de admirarme de la persona en la que te has convertido.
Se me hace difícil dejar de contemplarte como si fueras mi bebe y evoco esos momentos en que tu mano cavia en la palma de la mía, esto solo lo podrás entender cuando vos seas padre, es por eso que te pido que me perdones mis ansias de protección, mi dureza al hacer cumplir algunas normas, mi obsesión casi asnal por saber a dónde vas y con quien vas, por lo que piensas, por lo que lees, te amo tanto hijo que este amor implica muchas cosas más de las que vos piensas.
Vos te enojas cuando te digo no, o te pongo un límite porque lo considero necesario y aunque te resulte imposible de creer yo te comprendo y sé que actuando de esta manera me enemisto con vos, pero lo hago porque te estoy enseñando a ser responsable, a aprender de tus actos y a aceptar las consecuencias de los mismos, tal vez en este momento no puedas verlo de esta manera, pero yo tengo la convicción de cuál es mi rol respecto a vos. Es por eso que me banco tus enojos, tus palabras de rencor, porque el amor que siento por vos está por encima de todo.
Juanchi como a mí me gusta llamarte, quiero que me entiendas cuando te exijo que saques buenas notas en tus estudios, no es una exigencia a ciegas, yo sé de lo que SOS capaz, de tus talentos y habilidades, no te pido nada que vos no seas capaz de dar. Eso sí, con esfuerzo y voluntad. Nada es gratis. Todo tiene un precio y por lo general el precio es la perseverancia, el esfuerzo y, en muchos casos, el sacrificio. Ahí es donde debes mejorar. Cada uno se conoce y yo creo que ese es tu Talón de Aquiles. Mejora en esfuerzo, crece en voluntad y vas a llegar a donde quieras.
Quiero que sepas, hijo que yo soy tu madre, no tu amiga, quiero tu confianza y tu cariño, pero no a costa de una vida sin límites, sin asumir consecuencias. Cuando discutimos siempre me decís que yo solo me fijo en lo malo, y tienes razón al decirme eso, te prometo que voy a tratar de resaltar lo bueno y no darlo por sentado, la forma en que me ayudas con la limpieza de la casa, con la cocina, por bancarte y darme palabras de aliento cuando transite la quimioterapia, por tu aguante a mis espinas más agudas, aunque mas no sea con estas palabras te digo GRACIAS hijo.
Me gustaría Juanchi que estas palabras queden intactas en el tiempo y puedas releerlas una y otra vez cuando lo creas necesario, vos SOS la persona que mas me importa en esta vida y quiero que apuntes estas palabras en tu corazón:
ESFUERZO: Toda meta requiere de esfuerzo, disciplina y paciencia y cuando logres llegar a tu objetivo, te darás cuenta que el esfuerzo no fue en vano.
APRENDE: A conocerte a vos mismo, ya lo decía Sócrates “conócete a ti mismo” porque solo así podrás comprender a los demás, sabiendo que somos todos pertenecientes a la misma naturaleza, conocerse a sí mismo es observarse ante la verdad y aceptar que uno es lo que es con sus polaridades, y solo lo que se hace consciente está sujeto a poder cambiarse.
COMPROMISO: Principalmente con vos mismo, lo importante no es, no traicionar a los demás, lo importante es no traicionarse uno mismo, si vos no te traicionas, no traicionaras a los demás.
TRABAJO: Todo trabajo es importante y solo por eso vale la pena que lo hagas de la mejor manera posible.
SINCERIDAD: Sobre todo con uno mismo, ya que muchas veces solemos ocultarnos la verdad por no aceptar que nos equivocamos y equivocarse es humano, tantas veces me he equivocado yo, que ya he perdido el miedo a equivocarme otra vez y es de personas emocionalmente inteligentes aceptar una equivocación, porque de los errores aprendemos, además tan solo tienes 17 años y este es el momento de equivocarte una y otra vez pero también de reconocer que te has equivocado. Y esto implica pedir perdón. Pedir perdón en voz alta es la manera de "escucharte" el corazón. Y la mente.
Te amo hijo y sé que estas emprendiendo el vuelo hacia tu propia vida y tengo sensaciones raras y encontradas, pero aun así quiero que vueles por la vida, que sueñes que sueltes los miedos que te impiden avanzar, recuerda que los obstáculos no fueron puestos para frenar tus pasos, sino para mejorar tu andar. Sigue adelante, aunque a veces el temor se ponga delante de ti y te incite a renunciar. Escucha tu voz interna, tus más profundos deseos y hacia ellos camina. Siempre te acompañara la incertidumbre, eso es una buena señal, quiere decir que estamos VIVOS, no estamos quietos. La vida es cambio, es riesgo, es oportunidad, es movimiento. ¡Feliz Cumple! Te ama Mamá

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