SIN EL ARTE LA VIDA SERIA UN ERROR

Amo caminar por las calles vacías de gente Pisando las hojas crujientes, De los árboles pintados de amarillo. En esta estación, siento un recambio en mi vida, Que lo débil Se cae de mi árbol, Hasta despojarme de mis ataduras, Matiza esta agonía que arrastra a jirones mi piel, Llevándose hasta el ultimo verde de mis hojas. El viento sopla y sacude mis penas, Alejándolas de mi corazón y alma. Entonces ya nada queda, de los vestigios del pasado Y vuelvo a renacer del polvo de mis cenizas.

Hoy me siento un poco nostálgica, recordando, añorando, tiempos lejanos. Y me doy cuenta que me he quedado en ese tiempo, en el que fui feliz, y tuve mi primera desilusión… pero aquí estoy, construyendo mi vida sobre el pasado, dándome la cabeza contra la pared, sabiendo que los recuerdos no son pilares fuertes para construir una vida, si no todo lo contrario, son de algodón, por mas adornos que yo quiera ponerle, aunque lo pinte de cualquier color, no puedo dejar de ver esta mi realidad. Yo no viví, estuve dormida en una fina telaraña y cuando me desperté estaba en el suelo. Pero no puedo quejarme si fui yo la arquitecta de mi propia vida… ya ven como termine… en el suelo, como quien construye edificios de papel. Todo fue inútil, como tratar de atrapar el aire con las manos, el tiempo ¡se fue nomás! y cuando regresa en mis añoranzas, se vuelve un verdugo cruel que decapita mi vida. HASTA LA PROXIMA