FRUSTRACION
Decidí escribir este post, a partir de una frase que dijo el psicólogo “LA FRUSTRACION, MUCHAS VECES ES BUENA”, me quede pensando en el significado de esa palabra Frustración: es no conseguir algo muy deseado, muy esperado por uno.
Haciendo retrospectiva, recuerdo mi primera frustración, tendría unos 7 años, era día de reyes y yo había pedido patines, pero al despertarme salte de la cama para ver mí tan deseado regalo, busque inútilmente por todos los rincones de la casa, sin encontrar nada. Al preguntarle a mi madre si ya habían llegado los reyes, ella me contesto, que tenían muchas casas por repartir y por eso mi papa fue a buscarlos, por lo cual yo seguía manteniendo la ilusión de tener mi regalo cuando mi padre llegara a casa.
Finalmente el llego, con una muñeca pelirroja a la que le faltaba una pierna, creo que mi rostro de desilusión decían todo, papa quería explicarme que por tantos pedidos que habían tenido los reyes, no habían podido comprar mi regalo y encima en el camino se le cayo a mi papa la pierna de la muñeca y el no se dio cuenta, Salí corriendo, me metí bajo la cama y llore tanto, que creo que me quede sin lagrimas, sin importarme lo que mi mama decía a cerca de las niñas que lloraban mucho, que se convertían en pájaros y se alejaban de la casa y no volvían nunca mas (kakuy), talvez en ese momento quería eso, ser un pájaro y volar, volar, volar.
Todo el tiempo me preguntaba porque los reyes no me habían dejado lo que había pedido, si yo era una buena estudiante y trataba de portarme bien (era un poco rebelde), pero suponía que eso no era un gran motivo para que no me dejaran el regalo, si yo veía que a chicos que eran “malos” ellos le dejaban lo que pedían, entonces para mi era incomprensible, intolerable. Hoy a los 36 años, creo que la frustración de mi padre, fue mayor que la mía o talvez a los dos nos dolió del mismo modo, comienzo a encontrar las respuestas, a las preguntas que yo me hacia en aquel momento ¿que había hecho mal, para merecer ese castigo? Y no es así, si no a pesar de que yo hiciera las cosas bien (es decir que no se trata de que yo haga las cosas mal) podía frustrarme. Lo malo de frustrarse es el trance entre el dolor y la superación del mismo, por eso desde este precario razonamiento y si me queda algo de lógica en la próxima sesión, le pediré al Psicólogo que me enseñe a pasar ese trance, entre el dolor y la superación del mismo, porque seguramente vendrán muchas frustraciones y también tuve muchas otras mas que están suspendidas, a la espera de alguna palabra o objeto que me las recuerden. Le pediré también que me ayude a superar el miedo que me provoca vivir la vida, sin saber lo que me va a pasar, ese miedo de enfrentarme al vació , al abismo que implica vivir la vida, que me ayude a ser la protagonista de mis actos, no la relatora de lo que me imagino para mi vida, que me saque esa preocupación obsesiva y excesiva, por que a lo único que me conduce esto es a LA MAYOR DE LAS FRUSTRACIONES
Comentarios
pero las frustraciones son buenas, si sabes hacer de un limón una limonada.
el éxito puede envanecerte. y po lo general pasa eso.
va un beso en Cilencio. que lo dejo es este muy inteligente blog,demasiado femenino, por suerte.
No importa tanto la musa para escribir, solo falta tener y desnudar los sentimientos del alma besos...
Eros...